Hanoi ya solo formará parte como ciudad de traslados, ahora es el momento de playa, y vistas paradisíacas, diversión en barco, y un poquito de relax, QUE MEJOR FORMA DE CONTINUAR.
Para ir a Halong bay, y por lecturas que había hecho por internet, Maribel y yo teníamos grandes dudas de como hacerlo, si contratarlo en agencia, si ir por nuestra cuenta y contratarlo allí. La verdad que no sabíamos como íbamos a hacerlo, pero hablando con los compañeros del hostel de Hanoi nos dieron buenas referencias de una agencia cerca de nuestro hostel, así que allá fuimos a ver que encontrábamos y que precio, además si hacíamos una o dos noches.
Agencia con la que contratamos el crucero
El viaje desde Hanoi a Halong Bay comenzó tempranito sobre las 8 de la mañana cogimos el minibus que nos llevaría hasta el puerto,y nos esperaba 4 horas de camino. Durante el viaje conocimos a dos valencianas Diana y María (a las que espero ver por Marbella y que me reciban por sus tierras valencianas), dos encantos con las que pasamos el crucero entero, además tres alemanes Thomas, Niko y Lea, con quienes también pasamos gran parte de esta aventura.
Tras la llegada al puerto nos llevaron a un barco, primero almorzamos y posteriormente fuimos a las cuevas y a hacer kayak,
Puerto de Halong Bay
Barco de traslado, Puerto a Crucero
Guía del Crucero, el shikillo Juan
Llegada al barco, y almuerzo)
Vistas desde el barco
Más vistas desde el barco
Cuevas en Halong Bay
Vistas al salir de la cueva
Campo de batall
Kayaking
Exploración en islotes
En la exploración en islotes
Atardecer en el barco
Después del kayak regresamos al barco, cenamos y tocaba el karaoke, pero el karaoke fue la única actividad que no se cumplió en el programa, así que decidimos irnos a la parte superior del barco, donde estaba lleno de hamacas a hechar un ratillo de charloteo y unas cervecitas.
A la mañana siguiente tocaba visita a la granja de ostras
Ostras una perla!!!
después de la granja de perlas ya íbamos dirección a la playa y a los bungalow, pero antes tocaba 2 horas de navegación por mar, ¡¡¡pero como merecía la pena llegar hasta el nuevo destino!!! QUE LUJO, QUE PARAISO.
Bungalow
Pero que felicidad
¿Por qué me toca sufrir?
Pero el día pasó rápido, como suele pasar cuando estás disfrutando. Era la hora de salir de nuestro pequeño islote, nuestro pequeño paraíso, tocaba el regreso, pero antes una clase de cocina, la verdad que es lo único que no me apeteció del viaje ni un segundo, así que decidí mirar como el resto hacía la actividad.
Fue al regreso cuando disfrute como un niño en una piscina de bolas, esos momentos que te pones música, te pones tus cascos, te sientas, y solo observas la maravilla que nos ofrece la naturaleza, los monumentos que ha labrado el viento, el agua, la arena. No podría describir lo que sentía en aquel momento, pero desde paz a exaltación.
Bueno, voy a descansar que mañana me espera un día duro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario